En el mundo pocas industrias han reflejado de forma tan clara el razonamiento y creencias de una cultura como lo ha hecho el automovilismo. Si bien en sus inicios la producción de automóviles estuvo concentrada en las viejas potencias, con el tiempo llegaron nuevos contendientes con ideas distintas de lo que un auto debería de ser.
Cuando Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra e Italia dejaron de ser los únicos que podían decirle al mundo como funcionaba la movilidad en cuatro ruedas comenzó a surgir una tendencia que hoy ha fortalecido a países como Japón, China y Korea.
Esa tendencia fue la de conocer bien a tu enemigo y mejorar su tecnología a través de la disciplina. Es un camino muy atractivo para un mercado globalizado, pero tal vez el éxito de los países asiáticos y europeos al momento de desarrollar un auto compacto no tiene que ver tanto con la superioridad en investigación e ingeniería sino con las circunstancias que se vivieron al finalizar la 2da Guerra Mundial.
Fiat 500
Mientras Estados Unidos gozó del crecimiento económico posterior a la guerra muchos países de Europa y Asia quedaron diezmados a nivel económico, siendo obligados no sólo a reconstruir sus ciudades sino a cambiar su estilo de vida radicalmente.
La carencia de combustible, acero y otros componentes indispensables en la industria automotriz los obligó a pensar en formas más eficaces y mesuradas de fabricar vehículos dando así vida al segmento de autos compactos.
Los consumidores estadounidenses demandaban autos grandes con potentes motores, sin reparar en gastos y eficiencia de combustible, el resto del mundo tenía que atender las necesidades de movilidad de ciudadanos que no podían darse esos lujos, pues además del racionamiento de combustible, el estilo de vida de las personas debía ser más práctico y funcional.
Durante los años 50 y 60 la industria automotriz global operó de esta forma hasta que la crisis petrolera de los 70 y 80 obligó a la industria estadounidense a ver lo que en Europa y Asia había estado ocurriendo desde hace 20 años.
Asia y Europa habían adoptado eficientemente el pensamiento que hoy los mantiene en el liderazgo de los autos compactos, maximizando espacio, eficiencia de combustible y manejo. No es coincidencia que para algunas marcas la mejor forma de adaptarse a esta tendencia haya sido adquirir productos de estos países y venderlos como propios.
Opel Corsa 1995
Conforme el proceso de adquirir un vehículo se ha puesto al alcance de más personas también la diversidad de soluciones de movilidad, por otro lado el uso de combustibles fósiles se ha vuelto una prioridad haciendo que distintos fabricantes busquen resolver de distintas formas esta tendencia.
Toyota Yaris HB 2018
Los días de los grandes autos con potentes motores no han muerto, sólo se han convertido en un nuevo segmento, sin duda ahora el liderazgo lo tienen los autos compactos y promete seguir a la alza.