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Opulencia única: Rolls Royce × Bovet

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Indudablemente el lujo está en los detalles, y qué mejor ejemplo que los guardatiempos a la medida hechos por la casa boutique de Neuchâtel, Bovet Fleurier, para el Boat Tail de Rolls-Royce. Las piezas, una de caballero y una de dama, son convertibles a relojes de tablero para el automóvil, una máquina opulenta cuyos dueños aún guardan el anonimato.

Los relojes son reversibles y cuentan con una caja de oro blanco de 18 quilates de 44mm de diámetro. Las asas que sujetan la correa de piel de cocodrilo (azul medianoche para él, roja carmesí para ella) son asimétricas en forma de T. La corona con cabujón se encuentra en la posición de las doce, y todos estos detalles favorecen la imagen de un reloj de bolsillo adaptado. Sin embargo, la adaptación va más allá: La pieza puede usarse en la muñeca, como reloj de escritorio, como reloj pendiente o como reloj de tablero en el Boat Tail. En esta capacidad radica la mayoría de la complejidad de los guardatiempos, cuyos delicados movimientos están protegidos de las vibraciones del automóvil en una cuna de titanio y aluminio de 51 piezas. Un cajón debajo de esta montura en el tablero ofrece almacenaje para los relojes con sus correas, cadenas y pendientes.

Las cajas tienen terminados diferentes: La de caballero cuenta con un pulido espejo, mientras la de dama tiene un detallado patrón de filigranas grabado a mano y realzado con laca azul. Ambas carátulas tienen el mismo diseño básico esqueletonizado, con marquetería Caleidolegno de ébano Obsidian Ayous en un armazón de oro blanco. Un imponente puente de oro blanco yace sobre un tourbillon parcialmente oculto por una réplica del ornamento “Spirit of Ecstasy” de Rolls-Royce.

Las piezas, diseñadas para ser reversibles, cuentan con otra carátula con pequeñas subesferas en la posición de las 12 con una réplica del perfil del Rolls-Royce Boat Tail acabada en laca del mismo color que el auto real. La diferencia es en la subesfera, de aventurina con estrellas y constelaciones para él y de madreperla con flores pintadas a mano para ella, rodeadas por Côtes de Genève y tornillos azulados.

Los movimientos son también milagros de la ingeniería: Dadas las limitaciones de peso establecidas por Rolls-Royce, se utilizaron pivotes en vez de baleros en el tourbillon y se aumentó la frecuencia a 21,600bph. La reserva de marcha es de 120 horas.

El dueño de Bovet, Pascal Raffy, expresó:

Estoy tan orgulloso del equipo Bovet 1822, quienes trabajaron en tándem con el equipo de diseño de élite de Rolls-Royce, para producir algo espectacular.

No se ha revelado el precio de los guardatiempos, pero si se toma en cuenta que el Boat Tail es probablemente el automóvil más caro de la historia (con estimados de hasta 28MDD), no cabe duda que su costo podría también calificarse como estratosférico.

Más información: Bovet

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