Checo Pérez obtiene un segundo lugar milagroso y Carlos Sainz consigue su primera victoria en Fórmula 1.
La décima fecha del campeonato de la Fórmula 1 hace escala en el mítico circuito de Silverstone, en donde tras un agitado final Carlos Sainz consigue hacerse de su primer victoria en la máxima categoría del automovilismo deportivo.
El madrileño largaba desde la pole position, seguido de Max Verstappen y su coequipero Charles Leclerc. Con quién protagonizó una carrera de auténtica maestría al volante, con escasos errores ambos pilotos mantuvieron el liderato de la competencia tras la baja de rendimiento del RedBull pilotado por Max Verstappen debido a desperfectos ocasionados por restos de otros monoplazas en la pista, y el temprano percance de Checo Pérez que terminó en la parte baja de la tabla.
Día nublado para Redbull
Los monoplazas del equipo austriaco partían desde la primera y segunda filas de la parrilla de salida, sin embargo en las primeras vueltas Sergio Pérez se vio envuelto en un contacto múltiple que lo relegó al fondo de la tabla donde estuvo luchando durante tres cuartas partes de la competencia para ganar posiciones poco a poco, regalandonos una más de sus míticas remontadas.
Por su parte Max Verstappen continuo a la cabeza del grupo entrando en una lucha constante con Carlos Sainz, al que le arrebato el primer puesto tras una salida de pista del piloto español en la décima vuelta. No obstante tres giros más tarde Verstappen dañó un neumático y el fondo plano de su monoplaza al pasar sobre residuos de los choques anteriores, lo que ocasionó que cayera dramáticamente en posiciones y jamás pudiera recuperar buen ritmo de carrera.
La guerra de Ferrari y otro milagro de Pérez
En una carrera de diversos abandonos, Checo Pérez lograba posicionarse en la cuarta plaza pero con una diferencia de rendimiento de neumáticos muy amplia respecto a los líderes que tenían llantas más frescas.
A doce giros del final Esteban Ocón ocasionó un safety car al quedarse sin potencia en pista, con el coche de seguridad desplegado los líderes cambiaron neumáticos de nueva cuenta y una vez regrupados los monoplazas, la emoción dominó al emblemático circuito.
Una vez relanzada la carrera con Leclerc al frente, Sainz en segundo, Hamilton en tercer puesto y Checo a la casa del podio, el madrileño desobedeció las órdenes de su equipo y atacó sin piedad a su compañero, duelo que ganó el Español. Mientras tanto, Sergio Pérez dominaba a un Hamilton que ansiaba el podio en casa, intercambiando posiciones incluso con Leclerc para que finalmente vencieran Pérez y Hamilton sobre el monegasco que una vez más se quedaba a ver el podio solo de cerca.