Verstappen triunfa en casa

Llegamos a la decimoquinta fecha del campeonato mundial de la Fórmula 1 que tuvo lugar en el circuito de Zandvoort en los Países Bajos. En dónde Max Verstappen consiguió hacerse con la victoria en casa, seguido por George Russell y de manera milagrosa Charles Leclerc, que a pesar de pilotar para Ferrari consiguió llegar al podio. Sergio Pérez finalizó quinto.

Ferrari en caída libre

Las únicas dos constantes a lo largo del mundial han sido el extraordinario nivel de Red Bull y la constancia de sus pilotos, un Max Verstappen excelso y preciso con una mano derecha como Sergio Pérez, un gran jugador de equipo y mejor escudero para el “holandes volador”.

Y por otra parte el escandaloso desastre que es Ferrari, que cuando no son sus pilotos son los estrategas de la scuderia o los mecánicos. En la carrera de los Países Bajos no fue la excepción. Con un grupo estratega hablando de hasta cuatro planes distintos sin tener certeza de que hacer y los mecánicos protagonizando un papelón que perjudicó todas las posibilidades de llegar al podio para Carlos Sainz.

Aunque ambos pilotos partían desde posiciones excelentes, segunda plaza para Leclerc y tercera para Sainz, la carrera del madrileño se terminaría desde temprano. Durante su primera parada en boxes en la vuelta 15 los mecánicos olvidaron llevar el neumático izquierdo trasero para hacer el cambio, retrasando en demasía la salida del madrileño, quien no se pudo recuperar y aunque logró terminar en quinto lugar una penalización por salida insegura de boxes lo dejaría en la octava plaza.

El drama de Tsunoda y la falla de Bottas

En la vuelta 47 tras su salida de boxes Tsunoda detuvo su monoplaza argumentando que sus neumáticos no habían quedado bien ajustados, lo que hizo que muchos equipos replantearan sus estrategias de cara a un posible auto de seguridad, lo que daría esperanzas a Sergio Pérez, Carlos Sainz y Lewis Hamilton de terminar más adelante en la tabla no obstante segundos después desde el muro de ingenieros le informaron al piloto nipón que volviera a la carrera pues sus llantas estaban bien. A pesar de eso Tsunoda volvió a parar en boxes en la vuelta 48 para que le ajustaran el cinturón de seguridad y al volver a salir de pista volvió a detener su monoplaza alegando que algo no estaba bien, provocando un virtual safety car, lo que replantearía las estrategias de todos los pilotos, cuando Verstappen aprovechando la ventana abierta se detuvo a montar nuevos neumáticos.

Pero el cambio radical en la carrera se dió unas vueltas después cuando en el giro 55 Valteri Bottas perdió su unidad de potencia ocasionando un safety car. Lo que dio aún más esperanzas a Hamilton de alcanzar la victoria.

La ira de Hamilton

Aunque la mayoría de los pilotos entraron a boxes mientras el coche de seguridad estaba en pista, el equipo Mercedes ordenó a Hamilton mantenerse afuera. Sin embargo en el relanzamiento en la vuelta 61, sucumbió rápidamente ante un Max Verstappen que no dió tregua en la primera curva, perdió además posición con su coequipero y el monegasco de Ferrari. Ocasionando que el británico reclamara airadamente a su equipo su error en estrategia que le costó el podio.

Lo que finalmente nos deja la décima victoria de Verstappen en el campeonato, el buen rendimiento en general para Mercedes y a un Sergio Pérez que por primera ves en su carrera está peleando en la parte alta de la tabla.