Entre todos los aprendizajes y cambios que nos dejó la pandemia probablemente uno de los más intrigantes sea el efecto que tuvo la falta de chips y semiconductores en la industria automotriz.
En cualquier mercado las interrupciones de la cadena de suministros, que les permite fabricar sus productos, tienen un efecto negativo para la misma pero en los autos sucedió algo inédito, al no tener stock de vehículos nuevos en las agencias los autos seminuevos comenzaron a ser más buscados subiendo sus precios entre un 20% y 40%.
Antes de la pandemia las razones más comunes para que un auto pudiera incrementar su valor después de salir de las agencias era su peculiaridad, ya sea por ser una edición especial de pocas unidades o que entrara en la categoría de un auto clásico, pero hoy autos que no cumplen ninguna de estas condiciones siguen aumentando su precio.
Incluso dicho efecto se ha visto con autos de más de 20 años de antigüedad como ejemplo hace 3 años un BMW Serie 3 de principios del 2000 se encontraba en un promedio de $70 mil a $90 mil pesos mexicanos, según sus condiciones de conservación, y ahora en 2023 el mismo tipo de auto se vende como mínimo en $100 mil y hasta $160 mil.
¿Qué sigue en los próximos meses?
Diversos especialistas de la industria automotriz han afirmado que en cuanto la producción de autos se normalice esta burbuja automotriz se reventará y todo volverá a la normalidad, pero probablemente no suceda del todo así, pues frente a las pocas unidades fabricadas muchos fabricantes probaron aumentar sus precios y vender principalmente a través de financiamientos lo que ha sido más provechoso para las marcas.
Esto quiere decir que si aún con menos ventas las marcas han reportado mayores ingresos difícilmente regresarán al esquema anterior de venta, por el contrario, llegarán nuevos formatos y planes de compra, así como las empresas que hoy emplean esquemas híbridos de trabajo presencial y a distancia.
Si bien un aumento en los precios de los autos encarece el poder adquisitivo de los compradores el que los autos seminuevos y de segunda mano se lleguen a revalorizar harán que a mediano plazo tenga más sentido mantenerlos en mejores condiciones, pues conservan más su precio y por lo tanto mejorarán las oportunidades de compra en esos sectores.
